jueves, 10 de octubre de 2013

El romancero


Hay infinidad de teorías sobre el origen de los romances. La más actual defiende que éstos habrían surgido de la fragmentación de las grandes epopeyas medievales o cantares de gesta: la preferencia del público por las partes más emocionantes y dramáticas de los cantares llevó a que los juglares seleccionaran algunos fragmentos, que empezaron a recitarse aislados del resto.  

Con el tiempo, estos fragmentos se transformaron en poemas independientes y recibieron el nombre de romances. Al ser más breves que los cantares de gesta, los oyentes los memorizaban con una mayor facilidad, por lo que ellos a su vez los repetían y cantaban, y así, se fueron transmitiendo oralmente de padres a hijos, de generación en generación. Con el tiempo, incluso algunos se mezclaron con otros y experimentaron una elaboración formal que consistía en numerosas variantes, muchas de ellas localizadas sobre todo al final. 

Así pues, los romances son composiciones de carácter popular que fueron en un principio difundidos oralmente por los juglares y el pueblo y que posteriormente fueron recogidos en romanceros y pliegos sueltos.

Se trata de poemas de carácter épico-lírico, es decir, poemas que nos narran brevemente una historia con una gran carga sentimental. Surgieron a partir de la segunda mitad del siglo XIV y sobre todo en el XV, unos vinculados a los temas épicos tradicionales (Mio Cid...) y otros con nuevos temas relacionados con la realidad contemporánea (romances que hablaban sobre las luchas entre musulmanes y cristianos...), pero los había incluso de historias inventadas. 

Estos romances que se remontan a los siglos XIV y XV son los más antiguos y reciben el nombre de Romancero viejo. Más tarde, durante los siglos XVI y XVII, los poetas cultos (Cervantes, Lope de Vega, Góngora, Quevedo...) comenzaron a imitarlos dando lugar a denominado Romancero nuevo.

Ya hemos comentado que estos poemas pueden tener versar sobre temas diferentes. Según el tema que desarrollen, los romances suelen clasificarse en cuatro grupos: 
-de tema épico castellano (el rey don Rodrigo, los infantes de Lara, el Cid Campeador...)
-de tema épico francés (Carlomagno, Roldán, la batalla de Roncesvalles...)
-fronterizos y moriscos (narran luchas entre reinos moros y cristianos)
-novelescos y líricos (basados en temas mitológicos, históricos y de ficción, o bien expresión de sentimientos como el amor, la muerte, el dolor por la ausencia del amado, etc.)

En cuanto a la métrica, se trata de composiciones poéticas formadas por un número indefinido de versos octosílabos con rima asonante en los pares, mientras que los versos impares quedan libres.

Algunos de los recursos literarios más comunes son el uso de símbolos, las repeticiones, las enumeraciones, las antítesis, el uso de fórmulas y epítetos épicos, diálogos, finales trágicos, llamadas al oyente y sencillez sintáctica.

A través del siguiente vídeo podéis haceros una idea de la transmisión oral del romancero tradicional:



 Y si alguien quiere escuchar otro romance, el de El Conde Olinos, aquí tiene este vídeo:

 Y por último, os dejo también algunos enlacescon algunos romances que podéis leer, e incluso oír:


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